viernes, 26 de marzo de 2010

MEMORIAS DE UN TERREMOTO


Era de madrugada, despues de un agobiante carrete, con Jaime nos dirigiamos a su casa, decidimos parar a echar bencina en una "Shell" que quedaba por Bilbao, cuando de repente todo se apagó... las luces de los autos era lo único que se veía esa oscura noche de febrero.

Jaime desesperado por saber de su familia grita:

Sergio !"$"%$·"$% súbete al auto!!!, asustado por su reacción obedezco sin pensar, y partimos con la "carrera" para llegar a su hogar.

Camino a su casa, me entró la adrenalina al cuerpo y comenze a gritar: El fin del mundo!, estamos acabados!, A lo que Jaime dice, no seas estúpido y entra la cabeza.

Cuando llegamos a su casa, después de haber pasado muchas cuadras a toda velocidad y sin semaforos pudimos ver a la familia de mi amigo, y darnos cuenta de que nada habia sucedido fuera del miedio propio a una sismo de semejante brutalidad.


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